El acortamiento de la musculatura fue descrito por primera vez hace ya dos siglos. La retracción de la musculatura posterior consiste en un acortamiento de las fibras
musculares que conlleva una pérdida de funcionalidad en la extremidad inferior.. Este acortamiento de la musculatura posterior consiste en un acortamiento de las fibras musculares el cual produce un perdida de movilidad, perdida de la elasticidad de la extremidad inferior y en ocasiones provoca dolor.
Durante la marcha humana son necesarios una serie de giros y posicionamientos de la musculatura de pie rodilla y cadera para poder caminar. En la dinámica "normal" se necesitan 10 grados de flexión dorsal del tobillo, a la vez que la rodilla se coloca en extensión para que el avance del paso se realice de una manera suave. La flexión de rodilla que se necesita para avanzar cuando caminamos es responsabilidad de los Isquiotibiales, que son un grupo de músculos que ayudan a extender la pierna hacia atrás y doblar la rodilla, este grupo muscular se extiendes por la parte posterior del muslo.
Cuando los isquiotibiales se acortan se causa una fase equina en el pie que cambia todo el desarrollo de las fases de la marcha. En los niños este acortamiento se observa con múltiples compensaciones que se desarrollan en su paso y que son patológicas, como es la marcha en abd o add, la marcha en puntillas. La velocidad de la marcha disminuye, la fase de propulsión es deficiente.
Estas compensaciones se suelen producir por una hiperpronación del ASA, generando un aplanamiento del arco plantar y su sobrecarga.
La retracción de isquiotibiales también afecta a otras estructuras de los MMII como a la rodilla en su capacidad de extensión y a la cadera que lo compensará generalmente con una rotación aumentada de la pelvis
Todas estas compensación darán lugar a un aumento de la carga y fatiga muscular lo que puede provocar dolor